La premisa de la Industria 4.0 comprende una nueva revolución que combina técnicas avanzadas de producción y operaciones con tecnologías inteligentes integradas en las organizaciones, las personas y los activos.
Esta revolución nace gracias a la aparición de nuevas tecnologías como la robótica, la analítica, la inteligencia artificial, las tecnologías cognitivas, la nanotecnología, el internet de las cosas, entre otras.
Por ello, las organizaciones deben identificar cuáles tecnologías satisfacen sus necesidades para invertir en ellas. Si las empresas no comprenden los cambios y oportunidades que trae consigo la Industria 4.0, corren el riesgo de perder protagonismo en su rubro específico.
El futuro está aquí
El avance de la Industria 4.0 ha supuesto y supondrá muchos cambios en el futuro. Entre ellos procesos de modernización en las fábricas, técnicas formativas y nuevas estrategias de trabajo para los empleados, por mencionar algunos.
Es preciso afirmar que la Industria 4.0 es una realidad para muchas empresas. Toda empresa industrial que no haya dado este paso a la digitalización, deberá hacerlo tarde o temprano. Si quieren aumentar la oferta de productos y servicios, todas las compañías se verán obligadas a mantener el nivel de competitividad respecto a las corporaciones que ya hayan evolucionado digitalmente.
La ciberseguridad y su rol en la revolución tecnológica
Uno de los principales retos de las empresas alrededor de la Industria 4.0 es afrontar la ciberseguridad como la clave para proteger sus actividades a través de internet.
La ciberseguridad es un aspecto transversal que afecta tanto a usuarios como a empresas. Los primeros, afectados por distintos tipos de ataques provenientes de la red, como phishing y demás estafas varias.
Las empresas, por su parte, cada día están más presentes en Internet y ven cómo los ciberdelincuentes intentan acceder constantemente a sus sistemas, recibiendo ataques de denegación de servicio o convirtiéndose en víctimas de intentos de engaño.
Revisemos a detalle el impacto de la Industria 4.0 en cada uno:
En organizaciones: la capacidad de ajustarse y aprender de los datos en tiempo real puede hacer que las organizaciones sean más receptivas, proactivas y predictivas. Asimismo, permite a la organización reducir sus riesgos en materia de productividad.
En individuos: la Industria 4.0 puede significar diferentes cosas para cada uno. Por ejemplo, para los empleados puede significar un cambio en el trabajo que van a realizar, mientras que para los clientes significaría una mayor personalización en los productos y servicios que satisfagan mejor sus necesidades. Esto nos lleva al siguiente punto.
El trabajador seguirá siendo la parte más débil de la cuerda
Múltiples investigaciones indican que el error humano es el responsable de más del 50% de los incidentes de ciberseguridad dentro de las organizaciones, lo cual eleva la figura del trabajador al escalón más alto de preocupación que debe tener una empresa. Los trabajadores que tienen acceso a tecnología e información son el primer riesgo de cualquier organización, por lo tanto, es imperativo establecer también un plan de acción en esta línea.
La formación y concienciación en ciberseguridad son acciones muy necesarias y cada vez más implantadas por las empresas, que quieren formar a sus colaboradores en los elementos básicos de ciberseguridad y riesgos a la
hora de manejar elementos tanto de software como de hardware.
Para tener éxito, dicha formación debería ir acompañada de la definición de unas políticas de seguridad que informen a los trabajadores que tienen acceso a la tecnología e información de la organización, así como las reglas que deben seguir con el objetivo de proteger los activos de esta última.
En conclusión: Dado que la conectividad a internet es un factor clave en el desarrollo de la Industria 4.0, la seguridad informática se convierte también en una importante parte de su desarrollo. Gran parte de esta nueva revolución industrial se basa en conceptos de comunicación de datos, o en el trabajo con datos compartidos mediante tecnologías como el cloud computing o el Internet de las Cosas (IoT).
Las principales tecnologías sobre los que se fundamenta la Industria 4.0 son:
Internet de las Cosas (IoT)
Cloud Computing
Robótica
Inteligencia Artificial
Smart-Industries