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Introducción a la criptoeconomía

Hoy en día no es un secreto que la tecnología es una gran parte de nuestras vidas y con cada día, ésta le gana terreno a los aspectos físicos. Y el área de las finanzas no es ninguna excepción. Aquí es donde entra la criptoeconomía

Una criptomoneda en sí es un activo digital, que contiene un cifrado característico que garantiza su titularidad y a la vez asegura la integridad de sus transacciones. Es una moneda digital.

Este tipo de dinero digital opera de una forma que busca omitir el factor físico en cualquier proceso, buscando resultados sin posibilidad de intervención de organismos externos al mismo.

¿Son realmente las criptomonedas un tipo de dinero? Un tipo de dinero necesita varios factores:

Un suministro: Normalmente, las monedas suelen ser “propiedad” de un Estado específico, y éstos son quienes controlan su suministro mediante la impresión de papel moneda. Esto, de forma controlada, no es perjudicial, pero en exceso puede provocar estragos a esa moneda, causando pérdidas a cada persona que la posea.

¿Qué es el minado?

El “minado” es un proceso informático descentralizado (cualquiera puede realizarlo), en el cual se usa la potencia de computación para realizar operaciones dentro del mercado digital, y a cambio, se recibe una pequeña parte de la criptomoneda que se “mina”. Para realizar el minado se necesitan varias cosas:

Grandes cantidades de energía, ya que las tarjetas gráficas y computadoras usados en el proceso deberán trabajar a toda potencia y normalmente las 24 horas.

En cambio, no se requiere ningún tipo de conocimiento y, fuera del mantenimiento, los dispositivos funcionan de forma completamente autónoma.

Cabe recalcar que todo este proceso en sí, es extremadamente costoso y que, mientras la moneda aumenta, operan los instrumentos de suministro al mercado para éste mantenerse controlado, evitando posibles intervenciones gubernamentales.

Los “mineros” pueden vender automáticamente estas monedas si no tienen intención de guardarla como inversión. Así, cualquier persona puede comprar esta moneda tanto para pagar algo online o como inversión.

Un órgano controlador

Un órgano controlador es el que se encarga de que su moneda no pierda valor mientras controla el suministro de ésta al mercado. Puede intervenir en caso de que el valor de la moneda descienda, para conservar su valor.

Las criptomonedas no tienen en sí un regulador, haciendo que la intervención gubernamental desaparezca con sus posibles intervenciones o la impresión masivas. En el caso de las criptomonedas cualquier persona puede deshacerse de dinero que pierde valor constantemente pasando a una moneda como es el bitcoin sin problema.

Sin embargo, la ausencia de órgano regulador provoca que estas monedas estén excesivamente expuestas a acciones de terceros que afecten su valor. Un ejemplo de esto fue el tweet publicado por el multimillonario Elon Musk, que con unas simples palabras hizo que la moneda que mencionó (la doge coin) subiera en un 25%.

Un mercado en el cual pueda ser utilizada

En la actualidad, se puede convertir a bitcoin cualquier moneda de un país globalmente aceptado. Éste es el verdadero problema de las criptomonedas: éstas no son aceptadas globalmente. Y algunas personas pueden creer que, si no pueden usarse en sí como moneda, su función no es mayor a la de cualquier activo de la bolsa, e implica meterse en un mundo completamente nuevo a ciegas.

No obstante, día a día las criptomonedas están siendo aceptadas cada vez más alrededor del mundo, por ejemplo, Tesla empezó a aceptar transacciones con monedas digitales. Y si todo sigue al mismo ritmo podríamos incluso referirnos a las criptomonedas como “moneda universal” menos problemática, autocontrolada y aceptada globalmente.

Las criptomonedas contienen exclusividades que no pueden obtenerse con dinero normal, haciendo obligatoria su obtención para ciertos usos. Como ejemplo, los “NFT” son tokens singulares del internet que, al comprarse con una crypto moneda, aportan varios beneficios y un estatus de exclusividad.

En conclusión, es cierto en sí que el mundo de la criptoeconomía es complejo y problemático para cualquier persona incluso con experiencia en el mundo de las finanzas. Pero, siempre todo empezó siendo extraño e ilógico, incluso el dinero, hasta que dejó de serlo. La aceptación de estas monedas digitales podría terminar significando una moneda universal, de fácil acceso, libre de inflación y los problemas que acosan a las monedas actuales. Una moneda del futuro suena demasiado bien como arriesgado, pero hay que recordar que, donde hay riesgo, puede haber recompensa, goce y diversión que lo ameriten.

Por Andrés Smirnoff