Sabemos que Argentina tiene mucho más que “campo” para exportar. Es indiscutible el liderazgo en la región que nuestro país “ostenta” sobre lo que podemos hacer en materia de tecnología, desde el recurso humano hasta las soluciones tecnológicas que somos capaces de desarrollar. Hoy, cualquier empresa argentina atraviesa diversos desafíos: el de mantenerse a flote en el mercado nacional, o el de comenzar a pisar fuerte en el mercado internacional, donde Argentina tiene muchísimo para dar en cuanto a capital humano y formación académica de las personas, sumado al momento coyuntural que genera un costo menor medido en dólares de mano de obra calificada.
En el caso de Data IQ, nuestro foco es la venta de software Qlik y servicios de Analytics sobre diferentes tecnologías. Respecto al software, vemos dos grandes diferencias marcadas según sean clientes que recién se inician en la plataforma Qlik, versus aquellos que vienen usándola hace años. Entre los primeros, hoy la tendencia es iniciar directamente con la solución SaaS de Qlik. Pero para los usuarios más antiguos, estos siguen mayormente comprando suscripción del software sobre versiones on-prem.
Desde Data IQ, además de ofrecer la plataforma, hemos desarrollado una suite de herramientas propias que complementan las funcionalidades y usabilidad de Qlik, las cuales lanzamos este año y ya las estamos vendiendo en Chile, además de hacerlo internamente. Es decir, no nos quedamos únicamente en lo que tenemos para ofrecer de base sino que analizamos qué opciones ad hoc podemos sumar a nuestra cartera de servicios. Y eso es algo muy codiciado en la región: la capacidad argentina de resolver problemas – creo – es una virtud y no un defecto.
Por eso, Argentina se destaca en las soluciones que ofrece: el think outside the box que tenemos en nuestro ADN nos hace diferentes y competitivos. Data IQ tiene como mercados para la venta de software para Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay. En el caso de servicios es más variado. Además de los proyectos que generamos en los países donde vendemos software, tenemos proyectos en Colombia e Israel, los cuales se dan en forma remota con equipos distribuidos.
Y aquí, el main issue de casi todas las compañías que exportan servicios o bienes al exterior: la liquidación de exportaciones. El impacto del tipo de cambio y las restricciones que se dieron recientemente afectan tanto a la importación del software como a la venta de este software importado. Quizás, lo que toma más relevancia en los medios de comunicación son los commodities o servicios del agro, por ser el sector que más aporta a las arcas del Estado y que permite que la rueda “gire”. Pero el sector tecnológico hoy debería tener una importancia destacada y es donde aún es preciso que haya colaboración. Este sector debería ser prioritario y parte de la estrategia de país, ya que es uno de los sectores que no para de crecer en cuanto a empleados registrados, como a generación de empresas formales.
Si vemos las estadísticas publicadas por la cámara del software (CESSI), muestran este crecimiento constante al menos desde 2015 y con aumentos en exportaciones que en 2021 representaron más de 2.000 millones de dólares, importaciones formales y declaradas que significan ingresos genuinos para las finanzas del estado nacional. Por esto, es imperativo que se empiece a ver al ecosistema de tecnología no solo como un recurso para el ingreso de divisas sino como un sector que puede generar pequeñas revoluciones para seguir destacándonos en el mundo.

Por Gastón Laya, director de consultoría en DATA IQ