El COVID- 19 alentó grandes cambios que involucran el avance digital en diferentes industrias; la digitalización en los servicios financieros evolucionó para ayudar a reducir brechas y acelerar la inclusión financiera para sectores vulnerables de la población.

Esta aceleración fue un catalizador para que se promoviera la inclusión financiera a través de la tecnología y se transformara en una oportunidad para empresas de retail, PyMEs, negocios de crédito, financieras y otras transnacionales de la industria de crédito, que buscaron nuevas formas y paradigmas para otorgar crédito a personas no bancarizadas y sub bancarizadas.
Un estudio de Global Findex, indicó que en 2021 el 71% de los adultos en las economías en desarrollo tenían una cuenta financiera formal (en bancos, instituciones reguladas como cooperativas de ahorro o entidades de microcrédito o a través de proveedores de servicios de dinero móvil); comparado a la primera edición de este estudio en 2011 cuando esta cifra era solo del 42%. Esto es tan solo uno de los diversos ejemplos en donde es visible la aceleración económica que tuvo lugar durante el aislamiento de la pandemia.
Jesús Cansino, CEO & Cofundador de equality, comenta: ‘La inclusión financiera se puede potencializar por medio de la digitalización, la forma de hacer negocios se transformó. Hoy las personas pueden acceder a un crédito desde su celular, es decir, sin estar presentes con el otorgante o firmar papeles de forma presencial, ahora todo es 100% digital desde comprobar y validar su identidad, tener un score de crédito a través de inteligencia artificial e incluso, controlar y administrar la cobranza’.

Datos del Banco Mundial indican que en el mundo existen 1,700 millones de adultos no bancarizados en el mundo y se estima que hasta el 80% de ellos puedan acceder a su primer crédito, por medio de la tecnología de equality que permite acceder a cualquier persona a los servicios financieros y con ello, abrir el embudo en el otorgamiento de crédito.
La expansión de servicios financieros más accesibles posibilitó el aumento en la adopción de pagos digitales a través de dispositivos móviles a personas que nunca lo habían hecho. Esta transformación digital también permitió a las personas recibir servicios de una forma más fácil, segura y económica.
Lo cierto es que, la digitalización abrió un nicho, pero a la vez también un compromiso para fomentar la inclusión financiera rentable y ofrecer tecnología adecuada para que las empresas que hoy dan financiamiento, no sólo den crédito sino que también sea rentable.