Los centros de datos perimetrales son generalmente pequeñas instalaciones de centros de datos, diseñadas para cargas de trabajo de TI de hasta unos pocos cientos de kilovatios, que procesan datos más cerca de la población de dispositivos y usuarios finales locales. De acuerdo con una encuesta realizada por Uptime Institute en 2021, las organizaciones de usuarios finales de centros de datos y los proveedores esperan un repunte en la demanda de Edge Data Centers a corto plazo.

El estudio sugiere que una pequeña mayoría de propietarios / operadores utilizan hoy entre uno y cinco Edge Data Centers, y que es poco probable que esto cambie en los próximos dos o tres años. Es probable que este sea un indicador de la demanda general del Edge Computing; la mayoría de las organizaciones tienen algún requisito para el Edge, pero no esperan que esto cambie significativamente a corto plazo.
Sin embargo, muchos otros esperan un crecimiento. La proporción de propietarios / operadores que no utilizan ningún Edge Data Center cae del 31% en la actualidad al 12% en dos o tres años, lo que indica un aumento significativo en la aceptación de propietarios / operadores. Además, se espera que la porción de propietarios / operadores en nuestro estudio que utilizan más de 20 Edge Data Centers en la actualidad se duplique en los próximos dos o tres años (del 9% actual al 20% en dos o tres años).

Se espera que la demanda de Edge Data Centers crezca en todo el mundo a corto plazo. Los propietarios, operadores y proveedores anticipan el crecimiento en diferentes verticales de la industria. Los efectos de la digitalización de COVID-19, la expansión de grandes nubes hasta el Edge y las implementaciones principalmente especulativas de 5G se encuentran entre los factores clave que impulsan la demanda. Sin embargo, existe una complejidad involucrada en el desarrollo de casos de negocios de vanguardia y aún no está claro si un solo caso de uso impulsará los centros de datos de vanguardia en grandes volúmenes.
Respecto a la infraestructura y diseño de campus, se espera que el IoT permita perfeccionar procedimientos en el campus mediante sensores y una infraestructura inteligente. Ejemplos: facilitar el acceso y el servicio de bibliotecas y comedores; saber en tiempo real el uso de espacios como salas de conferencias y playas de estacionamiento; y mediante cámaras de seguridad conectadas a un registro de analíticas, detectar actividades anómalas en el campus.
En cuanto a experiencias de aprendizaje, el IoT debe mejorar la capacidad del estudiante y la institución para hacer seguimiento del rendimiento y personalizar el método de enseñanza/aprendizaje. Pero no solo eso, los dispositivos wearables, como los conocidos smartwatch y GPS, conectados a Internet permitirán obtener información respecto a la interacción del estudiante con los distintos espacios y actividades en el campus. Incluso se prevé que podría ofrecer información respecto al estado emocional de los alumnos en el campus (especialmente de los residentes), según el patrón de comportamiento registrado por estos dispositivos.
Cada vez más dispositivos, están ayudando a los docentes a alivianar algunas de las tareas más tediosas vinculadas con su actividad. Los dispositivos que corrigen ejercicios y exámenes de manera automática, por ejemplo, permiten que los maestros creen exámenes estandarizados, y luego simplemente los pasen por un sencillo escáner que los puntúa automáticamente y carga la calificación en una base de datos a la cual el profesor puede acceder desde Internet.

También la eficiencia en la gestión administrativa se puede beneficiar de los wereables usados por estudiantes, docentes y administrativos, mejorando el uso de equipos y recursos humanos para optimizar los gastos.
Las Smart Cities en Latinoamérica apuestan por varias áreas de desarrollo: sostenibilidad medioambiental, transporte, empleo, seguridad y competitividad. En base a un informe de Markets&Markets, se espera que el tamaño del mercado de las ciudades inteligentes aumente de USD 308,0 mil millones en 2018 a USD 717,2 mil millones para 2023, a una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) de 18.4% durante ese período.
El modelo ideal de una ciudad inteligente se basa, principalmente, en los siguientes subsistemas. Generación distribuida: consiste en que las ciudades inteligentes cuenten con generación eléctrica repartida por el territorio, a través de un abastecimiento individualizado (micro-generación), no centralizado. Smart Grids: redes inteligentes interconectadas, las cuales poseen una circulación bidireccional de datos entre el service center y el usuario. Smart Metering: se trata de la medición inteligente de los datos de gasto energético de cada usuario, a través de telecontadores donde se realizan las lecturas a distancia y a tiempo real. Smart Buildings: los edificios de la Smart City se convierten en inteligentes como modelo de eficiencia. Edificios domóticos que respetan el medioambiente y que poseen sistemas de producción de energía integrados.