Por Luis Velasco, Country Manager, AWS México

En Latinoamérica aún existen barreras de entrada para los servicios financieros básicos que han limitado su adopción, lo que resulta en que un gran número de personas se encuentren todavía fuera del sistema bancario.
En el caso de México, 53% de los adultos carecían de una cuenta bancaria y 7 de cada 10 aún no contaba con acceso al crédito en 2021, de acuerdo con cifras reveladas por la la Asociación de Bancos de México (ABM).
Sin embargo, la tecnología ha sido una pieza fundamental para que las entidades financieras brinden mayor accesibilidad en sus servicios, seguridad en las transacciones, transparencia en los contratos y automatización de los diversos productos financieros.
Hoy en día la mayor competencia en el sector financiero no se da en el plano físico, con una mayor presencia territorial o cantidad de servicios que ofrece cada institución, sino en el ámbito tecnológico, con una mayor digitalización que resulta en la evolución de los servicios financieros.
La realidad que vemos en la región, incluyendo México, es que la banca está acelerando su transformación digital.
Tecnologías disruptivas para dar valor agregado
Dada la aceleración digital que vivimos y la demanda de los usuarios mexicanos por un ecosistema Everything Everywhere, el apalancarse con tecnologías disruptivas para dar al negocio el valor agregado que necesita la industria, es imprescindible.
De acuerdo con la consultora IDC, la razón principal por la que las organizaciones ofrecieron productos, servicios y/o experiencias digitales en 2021 son en 27% las exigencias del cliente, 26% competitividad, 16% por planes estratégicos de la compañía y 13% por tema de innovación para revolucionar el mercado.
Es ahí donde la integración de tecnologías como la Inteligencia Artificial o el Internet de las Cosas (IoT) representan una oportunidad para que la industria financiera pueda utilizar modelos predictivos de comportamiento a partir de patrones complejos, mejora de las experiencias digitales de los clientes, y desde luego mayor seguridad y detección de fraudes.
El sector financiero es la vertical que más está aprovechando e incluyendo tecnologías como soluciones de Inteligencia Artificial en sus procesos de negocio, con una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) en México superior al 25% para el periodo del 2020 al 2025.
Un ejemplo es el caso del Grupo Bursátil Mexicano (GBM), que recientemente integró tecnologías disruptivas capaces de afrontar desafíos empresariales,como los costos de adquisición o el tiempo que implica resolver problemas de soporte de los productos, para ofrecer servicios financieros a más empresas, instituciones y firmas de inversión de la mejor manera.
Éste es solo un caso que demuestra que, además del desafío para el almacenamiento, la protección y administración de datos, las tecnologías pueden contribuir al crecimiento del negocio. Actualmente GBM administra 16 soluciones (cifra que va en aumento) y obtiene beneficios que van más allá del fortalecimiento de la confiabilidad del sistema.
La transformación digital del sector financiero no tiene marcha atrás y es vital para las empresas que participan en el sector. Los usuarios seguirán demandando un servicio de excelencia y es trabajo de las organizaciones cubrir sus necesidades y apalancarse de las nuevas tecnologías para lograrlo.