Los prestadores de servicios con la era digital ven un cambio de raíz en su día a día. Por un lado, lo bueno, es que pueden ofrecer muchos más servicios que antes. Lo malo es que pasan a competir con todos, ya no tienen un rubro sólo para ellos como era antes. Hay que optimizarse, modernizarse, ser muy competitivos, etc.

Están los de los Triple Play, Múltiple Play, que antes ofrecían telefonía o cable, y ahora tienen que ofrecer ambos más Internet, y pasan a cumplir un nuevo rol en sus localidades, al ser completos. Aplica mucho a cooperativas, que muchas veces son formadas por la gente local en sí de una localidad.
Los usuarios y las organizaciones vivimos en un mundo digital, global e hiperconectado que se caracteriza por un cambio a nivel social y tecnológico donde influye la irrupción continua de nuevos actores en los mercados, la movilidad deslocalizada y la conectividad en todo momento.
El sector de las telecomunicaciones es uno de los que más cambios vivieron en los últimos años, y de una manera acelerada. Por ejemplo, han ido apareciendo nuevos términos fruto de la revolución tecnológica, en la que la electrónica, la digitalización, la informática y las comunicaciones fijas y móviles juegan un papel clave, como son: Big Data, Cloud, Machine Learning, Realidad Virtual, Inteligencia Artificial, IoT, Robótica, o Transformación Digital, entre muchos otros.

Como podemos ver en el Gráfico 1, algunos países están más preparados que otros para adoptar los cambios que se viven en el mundo. Brasil, como casi siempre, encabeza el ranking, seguido por Chile y México, dos países muy dados para la innovación TI. Igualmente, más allá de todo, hay una realidad incontrastable: el acceso a internet de alta velocidad es un elemento esencial para el desarrollo social / económico de toda la región. La pandemia generada por el COVID-19 ha puesto de manifiesto la importancia de contar con tecnologías digitales para poder acceder a servicios públicos, a formación y al mercado laboral.
Por eso, muchas Telcos se reinventaron y evolucionaron sus negocios, ofreciendo nuevos servicios a sus clientes. El alcance de la cobertura y la calidad de la conexión son dos requerimientos básicos del mercado, sobre todo con la explosión del teletrabajo. Pero, más allá de eso, los avances más importantes van en dirección a tecnologías como 5G y Edge, porque para cumplir con las expectativas de los clientes, es necesario acercar la integración y la computación al lugar donde residen los datos y se toman las decisiones.
Para las telcos e ISPs, esta visión de la infraestructura tiene importantes implicancias en su papel en el ecosistema y cómo deben repensar su modelo de negocio para convertirse en plataformas de servicios.
En un estudio del Institute for Business Value de IBM, titulado El fin de los proveedores de servicios de comunicaciones tal como los conocemos, casi la mitad (45%) de los ejecutivos de proveedores de servicios de comunicaciones latinoamericanos encuestados creen que la computación de borde con 5G puede afectar positivamente la posición de su empresa en el mercado. El mismo estudio también mostró que la gran mayoría (91%) de los proveedores de servicios de comunicaciones que tienen mejor desempeño esperan superar las expectativas financieras en cinco años, utilizando Edge Computing.

Sorprende un poco ver que menos de la mitad de los ejecutivos consultados apuestan por la implementación de borde con 5G. Un dato que explica este punto lo podemos encontrar en la cantidad de redes de este tipo que ya se implementaron en Latino América (como muestra el gráfico 3), donde apenas se empieza a mostrar el potencial que tiene. Probablemente, a medida que siga creciendo la adopción de 5G, empiece a cambiar la visión de los encuestados.
Más allá de eso, el movimiento que estamos presenciando señala que la propia infraestructura de red de las empresas de telecomunicaciones va en camino a convertirse en una plataforma de nube híbrida, y sus servicios de datos, voz y multimedia.