Mientras Argentina aguarda con expectación la asignación de espectro para la tecnología 5G, diversos desafíos se presentan en el camino hacia esta nueva era de conectividad. Según un reciente evento organizado por 5G Americas y presentado por Carrier y Asociados, la falta de despliegue de fibra óptica y las barreras burocráticas en la instalación de antenas son obstáculos significativos que deben superarse.

La colaboración entre el sector público y privado se presenta como una necesidad imperante para la industria de las telecomunicaciones en Argentina. José Otero, Vicepresidente de 5G Americas para América Latina y el Caribe, subraya la importancia de trabajar juntos para evitar quedar rezagados en comparación con otras regiones y el resto del mundo en cuanto a nuevas tecnologías.
Un dato relevante es que la banda ancha móvil ha alcanzado una penetración del 90% en los hogares argentinos, superando servicios esenciales como el agua corriente y compitiendo con la banda ancha fija. Sin embargo, la densidad poblacional dispareja y la vasta extensión geográfica de Argentina plantean desafíos adicionales en la implementación de infraestructura.
La próxima subasta de espectro radioeléctrico para servicios móviles en Argentina se centrará en la banda de 3,5 GHz, con la asignación de tres bloques de 100 MHz. A pesar de esta anticipación, aún no se han definido las obligaciones ni los precios para la licitación, lo que genera incertidumbre entre los operadores.
En términos de fibra óptica, Argentina está rezagada en comparación con otros países de la región. Mientras que Brasil cuenta con un 71% de accesos de banda ancha con fibra óptica, Argentina apenas llega al 26%. Esto plantea la necesidad de un mayor despliegue de esta tecnología para aprovechar al máximo la llegada del 5G.