Saltar al contenido

La Danza de las Siglas (ERP – RPA)

Por Juan Carlos Wassaul, Gerente de Operaciones de Grupo Calipso

Juan Carlos Wassaul, Gerente de Operaciones de Grupo Calipso

Se conoce como ERP (Enterprise Resources Planning) a los sistemas de gestión integral de las compañías, estos softwares crecen día a día, acompañando la evolución de las organizaciones y gestionando y controlando un gran número de sus actividades empresariales como la contabilidad, producción, proyectos, etc.

La otra sigla que hoy nos convoca es RPA (Robotic Process Automation por sus siglas en inglés) y lo que intentan estos robots de software, es simplificar procesos repetitivos, de bajo valor agregado o de gran volumen, reemplazando al operador humano y liberando su tiempo para la realización de actividades con mayor impacto en los procesos y la vida de la organización.

Brevemente analizaremos la intersección de estos 2 mundos. Los recién llegados RPA nacen para dar solución a múltiples problemas derivados de la gran cantidad de diversos ambientes y softwares que ganaron el centro de la vida de las organizaciones.

Hasta hace poco, una empresa probablemente tenía en su departamento IT solo el ERP, servidor de correo electrónico y no mucho más. La irrupción de numerosas aplicaciones ha ido ganando protagonismo y las mismas tienen orígenes muy diversos, distintas tecnologías, herramientas de programación y últimamente ambientes distintos como nube, on premise, etc.

La interoperabilidad de estas variadas herramientas y en muchas ocasiones la imposibilidad o complejidades en desarrollar interfaces -APIs por ejemplo-, hizo necesaria la aparición de estos Robots de software, los mismos vinieron a conectar esta nueva constelación tecnológica.

Los ERPs más evolucionados, es decir los que tienen como base su alojamiento en la nube, se conectan en la actualidad con muchos aplicativos, compañías de seguros, organismos gubernamentales, bancos, etc. En muchas ocasiones, los datos que necesariamente deberán ingresar en el ERP provienen de ambientes cerrados, sin protocolos de conexión estandarizados, con grandes volúmenes de datos o simplemente no accesibles. 

Una solución a estos inconvenientes consiste en recurrir a los RPAs para que ellos hagan las tareas, que, de otra manera, deberían ser realizadas por operadores humanos. 

Estos robots son capaces de emular el accionar humano, iniciando sesión en algún software, extrayendo o introduciendo datos del mismo, volcando información al ERP o realizando tareas complementarias a las que éste último lleva adelante.

Algunos RPAs ya incluyen en su construcción AI (Inteligencia Artificial), OCR, reconociendo y volcando al ERP por ejemplo, precios, montos de facturación, etc.; y otros ya incorporan visión artificial para reconocer los cambios que puedan ocurrir en pantallas dinámicas de los sistemas a integrar.

Esta danza recién empieza, pero arremete con fuerza en un mundo absolutamente integrado y en donde los distintos ambientes, muy diversos entre sí, necesitan conversar y alimentarse mutuamente para poder manejar todas las variables que las compañías deben dominar para la marcha eficaz de sus operaciones.