Por Salomon Cojab, VP Fiber infrastructure de C3ntro Telecom.

En general, las infraestructuras de conectividad actuales no están completamente preparadas para soportar tecnologías como el 5G, IoT o Edge, entre otras. Estas nuevas tecnologías requieren una infraestructura de conectividad avanzada y de alta capacidad para funcionar de manera óptima y proporcionar una experiencia de usuario satisfactoria.
Si tuviera que elegir una tendencia en conectividad que sea fundamental actualmente, me quedaría con la tecnología 5G. El 5G es la quinta generación de tecnología móvil y es un gran avance con respecto a las tecnologías móviles anteriores en términos de velocidad, capacidad, latencia y eficiencia energética.
Con el 5G, se pueden lograr velocidades de descarga de hasta 20 Gbps, lo que significa una velocidad de descarga mucho más rápida que las tecnologías móviles anteriores. Además, el 5G tiene una latencia extremadamente baja, lo que significa que las conexiones son más rápidas y más confiables, lo que permite una mejor experiencia de usuario. Además, el 5G es crucial para la conectividad de dispositivos IoT (Internet de las cosas), ya que puede manejar una gran cantidad de dispositivos conectados al mismo tiempo y proporcionar una conectividad confiable y de alta velocidad para estos dispositivos.
En general, la tecnología 5G tiene un gran potencial para transformar la forma en que las personas interactúan con la tecnología y cómo se comunican entre sí, lo que lo convierte en una tendencia de conectividad fundamental en la actualidad.
En el caso del 5G, se necesitan nuevas antenas y estaciones base que estén diseñadas específicamente para esta tecnología. Además, se necesitan redes de fibra óptica de alta velocidad y capacidad para soportar la gran cantidad de datos que se generan con el 5G.
En el caso de IoT, se requieren soluciones de conectividad escalables y eficientes en energía para soportar una gran cantidad de dispositivos conectados. También se necesitan soluciones de seguridad adecuadas para proteger los datos generados por estos dispositivos.
Con respecto al Edge Computing, se necesita una infraestructura de red distribuida que pueda procesar y almacenar datos localmente en el borde de la red, en lugar de enviarlos a la nube para su procesamiento. Esto requiere una red de alta velocidad y baja latencia que pueda manejar la gran cantidad de datos generados por el Edge Computing.
Por otro lado invertir en redes de 100G es una forma importante de preparar la infraestructura para el futuro, incluso cuando se habla de velocidades de transmisión de datos más altas. Las redes de 100G pueden proporcionar una mayor capacidad de ancho de banda y escalabilidad, lo que las hace relevantes en la actualidad y en el futuro cercano.
En general, los operadores están adoptando un enfoque multifacético para impulsar el despliegue de fibra óptica en la región, combinando la colaboración, los incentivos regulatorios, la inversión en tecnología, el enfoque en áreas de alta demanda y las ofertas atractivas para los clientes para lograr el éxito en este mercado.