
La evolución tiene a la convergencia, pero sin perder los básics. Seguridad primero, pero cada vez más productividad. A la hora de elegir un sistema de CCTV es imprescindible seleccionar correctamente al proveedor, ya que podemos estar introduciendo en nuestra red un elemento potencialmente peligroso para nuestra seguridad y la de nuestros clientes.
Esto es aplicable a cualquier aparato que conectemos a nuestra red doméstica, profesional o corporativa, ya que puede ser que estemos introduciendo un troyano que actúe como puerta trasera, botnet, sniffer, etc. Por este motivo, es de vital importancia que la cámara o equipo de CCTV provenga de fuentes confiables y de esta manera minimizar el riesgo de intrusión en nuestras redes.
Como suele decirse, la seguridad total no existe desde el momento en que nos conectamos a Internet, pero podemos tomar unas cuantas medidas para protegernos ante ataques y evitar que nos abran una brecha de seguridad en nuestra red. Las recomendaciones que hago son las siguientes:
▸ Obtener los equipos de proveedores confiables. Por ejemplo, empresas de seguridad electrónica ya que se preocupan mucho por obtener sus productos de los circuitos oficiales de proveedores de seguridad electrónica.
▸ Cambiar las claves de fábrica. Esto parece obvio, pero es una mala praxis bastante habitual por desgracia.
▸ Cambiar los puertos configurados de fábrica. De esta manera evitaremos que encuentren nuestros dispositivos con facilidad en Internet.
▸ Desactivar la función UPnP (Universal Plug and Play). Así el equipo no abrirá puertos de nuestro router o firewall de forma automática y silenciosa.
▸ Cambiar la configuración IP que viene de fábrica. Así entorpeceremos la búsqueda de nuestros equipos a un posible atacante que esté en nuestra red.