
Las operaciones comerciales y cibernéticas que se gestan en la cotidianidad de las ciudades alrededor del mundo dejan siempre un rastro de datos electrónicos que se deben almacenar y procesar. Esta clase de tecnologías, están concentradas en lugares específicos y no pueden ubicarse en cualquier sitio, ya que su mantenimiento, requiere de ciertos cuidados específicos y su administración, aún más.
La información no puede quedar dispersa o en manos de cualquier persona u organismo, ya que la seguridad en la privacidad de la identidad de los usuarios está en juego. Por ello, en la actualidad, la mayor parte de los países desarrollados, invierten grandes cantidades de dinero para que empresas especializadas almacenen los altos volúmenes de datos que producen.
Actualmente, se construyen y ponen en marcha Data Centers en diferentes regiones de México, aunque su boom ocurrió principalmente durante la pandemia por covid, cuando se incrementaron actividades como el e-commerce, Home Office o consumo de redes sociales.
De acuerdo con especialistas, estos factores potencializaron la necesidad de generar nuevos centros neurálgicos para el procesamiento de toda esta información y demanda de datos, lo que a su vez potencia el desarrollo tecnológico y económico en la región.
México se consolida como uno de los países más atractivos para invertir en el desarrollo de Data Centers, gracias a la regionalización, pues existen ubicaciones que tienen ciertas facilidades de logística, terrenos que relativamente tienen bajo costo, con ubicación privilegiada y certidumbre de operación.
Y uno de los puntos fundamentales para que se mantenga el interés de las empresas para venir a México, e instalar sus Data Centers es la disponibilidad y la certidumbre energética, por lo que es fundamental que exista claridad de condiciones para la generación de energía desde la iniciativa privada.

Por otra parte, la consolidación del home office y el trabajo híbrido en México, con toda la operatividad asociada a estas modalidades laborales, también están siendo un factor relevante para la creciente demanda de datos en el país. Otro factor a destacar es el aumento en el consumo de redes sociales. Según la firma de investigación GlobalWebIndex, México se encuentra entre los 10 países que más tiempo utilizan las redes sociales en el mundo (tendencia que se incrementó por la pandemia por COVID-19).
Finalmente y quizá el más importante, el crecimiento exponencial del e-commerce en el país. De acuerdo con un reporte de JPMorgan, el e-commerce en México tiene un valor de alrededor de 22,000 millones de dólares. Con los jugadores más fuertes siendo Mercado Libre, Amazon y Walmart.
Como podrán darse cuenta, todos estos son fenómenos que se presentaron como alternativas durante el periodo más álgido de crisis de salud mundial, lejos de convertirse en sucesos pasajeros, se consolidaron en el tiempo.
Poco a poco estamos siendo testigos y actores principales ante la llegada de gigantes tecnológicos que han tomado la iniciativa de tener presencia local en diversos países de América Latina, y en este caso, de México, llevando tecnologías que están transformando los negocios y las economías.
