La estabilidad económica y el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) en Perú están generando un escenario favorable para el desarrollo de diversos sectores. Según cifras del Banco Interamericano de Desarrollo, el país logró recuperarse de la crisis del COVID-19 y experimentó un crecimiento del 2,7% en 2022. Para el año en curso, se proyecta un crecimiento del 2,4% y se espera que esta tendencia se mantenga en los próximos años, alcanzando un crecimiento del 2,8%.

Este panorama positivo también se refleja en la industria de los data centers en Perú, donde la demanda supera ampliamente a la oferta existente. El país se encuentra en una posición única, ya que es un mercado poco explorado en comparación con otros países de la región. Esta situación representa una gran oportunidad para el crecimiento y posicionamiento de Perú como referente en la industria de data centers en los próximos 10 años.
Donovan Alvarado, Sub Gerente Adjunto de Planeamiento y Desarrollo de Infraestructura TI del Banco de Crédito de Perú, destaca el potencial de Perú en este sector y su capacidad para convertirse en un líder en la industria. Alvarado afirma: ‘Comparado con Chile u otros países, el principal potencial de Perú es que es un mercado poco explorado, que podrá posicionarse rápido y ser referente en los próximos 10 años’.
La demanda de servicios de data centers en Perú está en constante crecimiento, impulsada por la digitalización de las empresas y la necesidad de almacenar y gestionar grandes volúmenes de datos de manera segura y eficiente. Sin embargo, la oferta actual de servicios de data centers en el país es limitada, lo que crea un desequilibrio entre la demanda y la capacidad de respuesta.
Esta brecha entre oferta y demanda representa una oportunidad única para inversores y empresas especializadas en data centers. El desarrollo de infraestructuras y la inversión en tecnología son aspectos clave para aprovechar el potencial de crecimiento en el sector. Las empresas que ingresen al mercado peruano podrán beneficiarse de un entorno favorable, con un crecimiento económico estable y un mercado en expansión.