Cada vez más compañías aprovechan las facilidades de la nube para ampliar la flexibilidad de sus operaciones, despliegue y gestión. Los sistemas de seguridad basados en la nube, que combinan seguridad, redes, almacenamiento, análisis y administración, están facilitando mucho la implementación, ya que no se necesitan servidores ni software locales. Esto ahorra una significativa cantidad de tiempo y dinero, al tiempo que amplía o reduce los sistemas de seguridad.

A través de una infraestructura de alojamiento en la nube, estas soluciones también benefician a los clientes con operaciones y mantenimiento remotos, alertándolos rápidamente sobre eventos clave de seguridad y permitiéndoles mantenerse al día con las últimas versiones de firmware, actualizaciones y servicios.
La pandemia reorientó a los equipos de seguridad en el valor de las herramientas operativas y de seguridad entregadas en la nube que no requieren una conexión LAN para funcionar, revisando las políticas y herramientas de acceso remoto, la migración a los centros de datos en la nube y las aplicaciones SaaS, y asegurando nuevos esfuerzos de digitalización para minimizar interacciones de persona a persona.
Los servicios de Security as a Service (SECaaS) proporcionan protección continua como bases de datos y se actualizan constantemente para proporcionar una cobertura de seguridad actualizada. También alivian el problema de tener infraestructuras separadas, combinando todos los elementos en un sistema manejable.
Los proveedores de este tipo de soluciones deben tener en cuenta estas necesidades para convertirse en asesores confiables de sus clientes. Con ese fin, deben entender que el mercado SECaaS no tiene una estructura monolítica. Muchas organizaciones ya están utilizando algún tipo de programa de gestión de vulnerabilidades, por ejemplo. Pero a medida que las organizaciones (y sus entornos de TI) continúan creciendo en tamaño, existe el riesgo de que estos programas sean menos efectivos para remediar las brechas de seguridad conocidas. Las organizaciones pueden usar una plataforma SECaaS para garantizar que su programa de gestión de vulnerabilidades crezca sin problemas con ellas, proporcionando una defensa digital sólida en cada paso de su transformación digital.

Pero SECaaS no termina ahí, ya que las organizaciones que utilizan la gestión de vulnerabilidades siguen sufriendo incidentes de seguridad. Eso explica por qué algunos proveedores de SECaaS están recurriendo a la gestión de riesgos como un medio para unir los SIEM, la gestión de vulnerabilidades y los servicios gestionados. Esta nueva categoría de SECaaS ayudará a las organizaciones a abordar mejor los riesgos en sus entornos de TI.
Una de las mayores ventajas de los servicios de seguridad basados en la nube es que se tiene acceso a tecnologías en constante actualización para combatir amenazas; en un mundo donde su cantidad y complejidad va en aumento. Lo mejor de todo es que las grandes empresas con presupuestos y equipos robustos ya no son las únicas con acceso a capacidades de seguridad de vanguardia. SECaaS permite a las pequeñas a medianas empresas con capacidad mínima de seguridad interna acceder a los servicios más avanzados de seguridad de la información.
Incluso con la tecnología de seguridad más avanzada, los cibercriminales siempre pueden ir un paso por delante. Por eso las organizaciones se van a preocupar cada vez más de cómo gestionan y aprovechan la inteligencia de seguridad que les proporcionan las soluciones que ya tienen desplegadas. En particular, hay dos tendencias claras: por un lado, la búsqueda de amenazas y vulnerabilidades y, por otro, la integración y orquestación de las múltiples tecnologías de seguridad ya implementadas.
Las amenazas a la seguridad se están volviendo más hostiles. Los presupuestos son ajustados. Las habilidades son muy importantes. Y los imperativos empresariales como la movilidad, las redes sociales, las aplicaciones web y los big data pueden presentar riesgos y fallas si no se gestionan adecuadamente.