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Seguridad IP e IT: la nueva convergencia

Hasta hace poco, los dominios físicos y de ciberseguridad estaban separados. Se utilizaban equipos de seguridad, sistemas de control de acceso y sistemas de CCTV para proteger físicamente los edificios, desde centros de datos hasta fábricas y almacenes. Y los equipos de TI se ocupaban de la seguridad de la red y la TI con firewalls, software antivirus y tecnologías de encriptación de datos. 

Pero a medida que las organizaciones han avanzado en sus viajes de transformación digital, las tecnologías innovadoras como el IoT y la IA han desdibujado las líneas entre la seguridad física y la ciberseguridad: una tendencia que continuará a largo plazo. 

Esto se da en parte debido a que en las distintas industrias son frecuentes las condiciones climáticas extremas, los entornos de trabajo peligroso y las ubicaciones remotas y sin personal. Por esta razón, también es necesario el respaldo de un sistema de vigilancia fiable para tener pleno conocimiento de la situación en todo momento. En consecuencia, es vital aplicar un conjunto de componentes que gestionen la seguridad y faciliten la supervisión del cumplimiento de políticas y la evaluación de riesgos. Por ejemplo, las cámaras corporales se colocan en el cuerpo de los operadores, de poco peso y fácil uso, permite almacenar y administrar videos. Dentro de sus beneficios ofrece imágenes nítidas y audio desde el mismo centro de acción, lo cual comprueba la seguridad, protección y eficiencia de los empleados. Además, almacena todas las grabaciones necesarias sin comprometer la calidad del video, tanto en sus instalaciones físicas como en la nube.

Lo interesante de estas soluciones es su versatilidad, ya que pueden adaptarse para sobrellevar la crisis sanitaria que impactó directamente a la infraestructura crítica. Por lo que es innegable que las soluciones de vigilancia brindan un enfoque integral para las empresas de energía, puesto que facilitan un mantenimiento programado y puntual, al mismo tiempo que colaboran para responder rápidamente a cualquier tipo de emergencia. Por lo tanto, esta situación comprueba la importancia de mantener tecnológicamente actualizadas las infraestructuras esenciales en Latinoamérica.

Dentro de la estrategia de seguridad operativa propuesta, se debe tomar en cuenta la seguridad de la información que recaban los dispositivos, desde la fabricación del dispositivo, hasta la instalación. Además, como empresa responsable y consciente de los riesgos, hace un acompañamiento de la gestión de la seguridad digital que deben tener los equipos y brinda constante información sobre buenas prácticas de ciberseguridad.

No obstante, y a pesar de todas las medidas que pueda tomar una organización para proteger sus datos, el factor humano es clave para no generar espacios de vulnerabilidad o riesgo en las mismas. Gartner estima que para el 2025 el usuario será el responsable del 99% de los fallos de seguridad en la nube, mientras que Verizon estimaba en 2021 que los errores humanos eran causantes del 21% de las brechas de seguridad que se presentaban en las organizaciones.